"Me llaman Daniel-San, no necesitas saber más". Esta novelización del asesinato de Edwin Arrieta a manos de Daniel Sancho se ha elaborado conforme a los informes de la Fiscalía de Tailandia, testimonios de algunos de los involucrados, visitas a las localizaciones reales y datos divulgados por reportajes e informaciones periodísticas.

Se ha pretendido guardar el máximo respeto hacia la figura del fallecido, según todas las personas que le conocían una persona de conducta intachable, enorme profesional médico, y preocupado por sus familiares y amigos. Respecto a sus familiares se ha intentado no profundizar demasiado en sus vidas, pues bastante dolor han sufrido ya.

De igual manera, tampoco se sondea demasiado al clan de procedencia del protagonista, ajeno a cualquier acto delictivo, es más procede de una saga de actores de primera categoría, como es bien sabido. Respecto a Laura —su pareja—, y los suyos, el autor ha barajado cambiar los nombres, pues desde luego bastante les ha caído encima.

En todo caso, se ha mantenido el nombre de pila de la muchacha al ser sobradamente conocido y el resto se ha ficcionado. El escritor se ha permitido también alguna pequeña licencia por razones dramáticas, pero todo ocurrió más o menos como se narra.

. .