Entendiendo la hipertensión1. 1 Definir presión arterial altaLa presión arterial alta, a menudo conocida como hipertensión, es una afección en la que la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias es constantemente excesiva.
La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y se expresa como dos números: presión sistólica (número superior) y presión diastólica (número inferior). La presión sistólica mide la fuerza que el corazón ejerce sobre las paredes de las arterias cuando late, mientras que la presión diastólica mide la fuerza que el corazón ejerce sobre las paredes de las arterias entre latidos.
Un valor normal de presión arterial es de aproximadamente 120/80 mm Hg. La hipertensión se diagnostica cuando las lecturas de presión arterial exceden persistentemente los 140/90 mm Hg.
Es un trastorno frecuente que afecta a millones de personas en todo el mundo y se conoce como un "asesino silencioso", ya que puede desarrollarse gradualmente durante muchos años sin síntomas. Hay dos tipos de hipertensión: primaria (importante) y secundaria.
La hipertensión primaria no tiene un origen conocido y normalmente se desarrolla gradualmente durante varios años. La hipertensión secundaria, por otro lado, es el resultado de una dolencia subyacente como una enfermedad renal, desequilibrios hormonales o el uso de ciertos medicamentos.
Identificar y tratar el problema subyacente con frecuencia puede aliviar la hipertensión secundaria. 1.
2 Riesgos de la hipertensión no tratada:La hipertensión no tratada puede tener consecuencias importantes, incluso mortales. Es un factor de riesgo importante para una variedad de trastornos cardiovasculares, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca.
El aumento de la presión sobre las paredes de las arterias puede hacer que se pongan rígidas y espesas (aterosclerosis), lo que provoca obstrucciones que impiden el flujo sanguíneo a los órganos esenciales. Además de los problemas cardiovasculares, la hipertensión no tratada puede causar daño renal.
Los riñones eliminan los desechos y el exceso de líquido de la sangre, y la presión arterial alta puede dañar los capilares sanguíneos de los riñones, reduciendo su capacidad para funcionar correctamente. Esto eventualmente puede conducir a insuficiencia renal, lo que requiere diálisis o un trasplante de riñón.
Otro peligro importante es la retinopatía hipertensiva, que afecta a los vasos sanguíneos de los ojos. La presión arterial alta puede dañar estas venas, provocando discapacidad visual y, en circunstancias extremas, ceguera.
La hipertensión también está relacionada con el deterioro cognitivo y la demencia. El trastorno puede dañar pequeños vasos sanguíneos del cerebro, limitando el flujo sanguíneo y potencialmente provocando una pérdida de la función cognitiva con el tiempo.
En general, la hipertensión no tratada supone una carga para los sistemas del cuerpo, lo que aumenta la probabilidad de sufrir problemas de salud graves y mortales. Es fundamental controlar adecuadamente la presión arterial para evitar estos riesgos y mejorar la salud en general.
1. 3 Una descripción general de los tratamientos convencionalesLas terapias convencionales para la hipertensión a menudo incluyen cambios en el estilo de vida y medicamentos.
El objetivo principal es reducir la presión arterial a un nivel normal, reduciendo el riesgo de problemas. Cambios en el estilo de vida:Dieta: Mantener una dieta saludable es fundamental para controlar la presión arterial.
Con frecuencia se recomienda la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension). Se centra en frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras y lácteos bajos en grasa, al tiempo que limita la sal, las carnes rojas y los dulces añadidos.
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