Ráfagas en el tiempo, a modo de relatos, te transportará al inmenso cielo que fue testigo de un amor que la madre naturaleza no entendió. La poesía se hace vida y, la vida, fluye con las rimas del alma.

Te atrapará la oscuridad de la noche y a unos esclavos del sistema. Los recuerdos te mostrarán que llegó el momento de decir adiós a la soledad, porque a veces, nuestra mente deja de ser el motor de nuestro cuerpo.

Conocerás la historia de un pobre diablo y añorarás los días en los que te debiste dejar llevar en una bonita casualidad. Valorarás hasta el más mínimo suspiro al vivir un amor inolvidable, como el descanso de la pequeña Clara.

Cuando el amor se va, es más acertado pasar a esa pasividad que nos lleva al olvido, ese olvido que desea Laura con todas sus fuerzas. Más allá de una sexy venganza para ocultar el dolor causado por un amor imposible que grita que siempre estará contigo.

Cuadernos convertidos en diarios, marcados por números, culminarán en el treinta y nueve. Te hará olvidar y ver en el espejo quién eres en realidad.

La despedida te indica que, gracias a una mirada, luchó por seguir adelante, crear tu propia historia y comprender que no fue un sueño, sin embargo, todo se ha concluido. La amada música te preguntará si te acuerdas de ella, mientras, escribes una carta más de la que será testigo el susurro del mar.

Necesitarás un cóctel de sentimientos para que no sea demasiado tarde y renunciar al puro interés del que se alimenta la guerra. El músico acariciará tus sentidos para hacerte gritar que no estás loco.

Tu conciencia que hablará y querrás saber quién eres tú. Sentirás que algo falló en tu confuso mundo, en el que pensarás en tu desengaño y sucumbirás a una noche especial que te obligue a decir adiós.

Prestarás atención a los valientes del cuadro que aclararán malos entendidos y verás dos tierras enfrentadas a un centímetro de ti. Puedes llegar a conocer a alguien perfecto en tu eterna espera y pensarás que no es pecado amar.

Poemas enlazados a la pasión, el amor, la prosa y el tiempo, ese tiempo que no quiere esperar porque desea alejarte de las calles de tu soledad. .