Los ordenadores cuánticos nos conciernen a todos. Representan un avance significativo en la forma de concebir el tratamiento de datos y la tecnología informática y prometen grandes avances en muchos campos científicos e industriales.

Además, a diferencia de lo que ocurría en el pasado, ya no son sólo el dominio de investigadores y científicos altamente especializados. En vista de las aplicaciones previstas, que podrían tener un impacto masivo en muchos ámbitos de la vida de las personas, ya era hora de escribir una obra sobre este tema que estuviera bien fundamentada y fuera comprensible para todos.

Una de las principales razones del gran interés que despiertan los ordenadores cuánticos es su capacidad teórica para resolver problemas prácticamente irresolubles para los ordenadores convencionales. Esto incluye complejas simulaciones en física, química y ciencia de materiales, la mejora de algoritmos para inteligencia artificial, la optimización de grandes sistemas, por ejemplo en logística o modelos financieros, y no menos importante, la posibilidad de romper las técnicas de encriptación existentes.

La posibilidad de descubrir y desarrollar más rápidamente nuevos fármacos simulando con mayor precisión las interacciones moleculares es otro ejemplo del inmenso potencial de los ordenadores cuánticos. La idea de que los ordenadores cuánticos ya son capaces de realizar operaciones que llevarían miles de años al ordenador convencional más potente marca un punto de inflexión en el mundo del procesamiento de la información.

Esta ventaja de rendimiento, que los primeros ordenadores cuánticos ya han demostrado en tareas especializadas, subraya el potencial transformador de la tecnología cuánticaAbordar el tema de la computación cuántica no sólo es importante para científicos, tecnólogos y agentes de la industria, sino también para políticos, expertos en seguridad y, en última instancia, para la sociedad en su conjunto. Estamos al principio de una era en la que las tecnologías cuánticas tienen el potencial de cambiar fundamentalmente nuestro mundo.

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