En este libro, con un lenguaje cercano, me dirijo a las madres futuras y recientes para guiarlas en una reflexión sobre los cambios que vienen, sobre todo a nivel de afrontamiento materno, basándome en estudios neurocientíficos y formaciones psicológicas sólidas de crianza y apego. En Mamá contenta, bebé feliz encontrarás un mensaje de autocuidado, una llamada al abrazo de nosotras mismas con nuestras fortalezas y nuestras debilidades, desde la comprensión neurocientífica que explica la enorme metamorfosis que vive una madre.

Una propuesta de auto-mirada cariñosa, que curiosamente también acaba redundando en positivo en la crianza de los hijos. ¿Has tenido alguna vez la sensación de torpeza al hacer por primera vez una tarea? ¿y tras seguir practicando has ido sintiéndote con más soltura hasta que incluso llegas a sentir que lo dominas? Pues bien, con la maternidad nos tenemos que dar tiempo a crear nuevos hábitos y no torturarnos si no lo dominamos todo desde el principio (créeme no será así, es mejor no esperarlo).

De hecho, son un montón de nuevas costumbres de golpe y que seguirán teniendo que ser renovados periódicamente, ¡bienvenida a la yincana de la maternidad! Pero ten por seguro que muy pronto lo harás suficientemente bien y lo verás como cotidiano. No lo dudes.

Simplemente maneja las expectativas para que no te jueguen malas pasadas, toca soltar un poco el control y permitirte flexibilidad de reacción (incluso aunque sea uno de los momentos de tu vida en los que más controlado te hubiera gustado tenerlo todo, resulta que esto no funciona así, nos irá mejor si lo aceptamos). Una madre acaba siendo la mejor experta en su hijo pero no ocurre de forma automática ni del todo espontánea, es un proceso de aprendizaje.

Cada vez queda más claro que la unión vital madre-hijo es una revolución a todas las escalas desde los más tiernos comienzos. No es de extrañar que muchas madres se sientan transformadas en todas las esferas.

¿Cuántas de vosotras antes de dar a luz pensabais en vuestra transformación física y ni se os pasó por la cabeza que fueseis a cambiar mentalmente? Efectivamente, las primeras sorprendidas somos nosotras. Sí amiga, no sólo el cerebro del bebé está cambiando, también el de quien lo cuida.

Cada vez hay más estudios sobre el cerebro de la madre humana, es un interesante campo en actual desarrollo. Previamente se ha investigado más sobre los cambios encefálicos en otras madres mamíferas, de lo que se han sacado importantes datos.

Y yo te los comparto para guiar las reflexiones de esta obra. .