Además de humildad y sentido común, lo que más necesitamos para aplicar en nuestra vida cotidiana es la honestidad con nosotros mismos. Pero ya hemos visto que, en una sociedad donde parece que nos preparan para ser competitivos, no caben las citadas cualidades, por lo que se requiere de mucha introspección y valentía, de una búsqueda incesante de coherencia interna, de curiosidad y resiliencia, en definitiva, de mucho amor propio.

Un aspecto relevante a considerar es que todos los atajos vistos en este libro, tanto de forma individual como en su conjunto, están basados en una idea central: buscan el equilibrio y lo justo. Sin justicia es muy difícil crear una realidad propia, y más difícil aún confiar en la vida y en los demás.

No vienen precisamente los tiempos muy boyantes con la justicia en la vida privada ni en la pública. Tanto en las relaciones personales, como laborales y sociales, se están produciendo fracturas muy penosas de ver y vivir, como si aceptáramos este déficit como algo normal o natural.

Y no es así. Tienes en tus manos un libro sencillo de leer, hecho para meditar y releer pausadamente.

Puedes acercarte a capítulos sueltos o hacerlo de un tirón. Lo importante es que puedas reflexionar sobre quién eres, cómo eres y cómo podrías mejorar abandonando algunos atajos y aplicándote otros.

Si consideras que tu verdadera esencia es que eres un ser espiritual, un fractal del Universo, pero experimentando desde este mundo físico, estás en el camino de regreso a la Fuente. www.

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