La Sra. Vick es una mujer con un carácter muy fuerte, y Henry Payne es su fiel trabajador desde hace muchos años.

Las cosas parecían estar saliendo de lo mejor cuando la Sra. Vick compró una casa en la que planeaba comenzar a vivir en la siguiente primavera junto a su familia.

Lo que nunca imaginó, es que las simples remodelaciones necesarias en la casa serían el desencadenante de una serie de eventos perturbadores que parecen tener un trasfondo malvado y perverso. Para la policía, una muerte en circunstancias misteriosas no es una novedad.

Pero cuando ese número comienza a aumentar, las cosas se ponen un poco más complicadas. La experiencia y perspicacia jugarán un papel fundamental para encontrar al culpable de todo este conjunto de eventos que parecen no tener sentido, pero sí un factor en común.

La evidencia hallada en las escenas de los crímenes y los hechos parecen darle a la policía todo lo que necesita para resolver el caso, excepto que el caso, sin avisarle, involucra al cuerpo policial más allá de una simple recolección y examinación de pruebas. Una simple muñeca de trapo parece estar en el centro de todo esto; aunque la lógica dicta que es un objeto inanimado que no puede tener capacidades humanas, parece estar observando las acciones de cada uno de los involucrados en esta historia donde la muerte parece asecharlos a todos.

Aunque la brujería y las maldiciones no forman parte de la cotidianeidad o normalidad de las personas, parecen ser el engranaje detrás de muertes tan extrañas y desconcertantes que tienen como epicentro la mansión en la que la Sra. Vick pretendía vivir, y en cuyos pasillos y corredores sus hijas, acompañadas por el poder sagrado y clarividencia, harán todo lo posible para desenmarañar los misterios de tantas muertes y descubrir de una vez por todas quién está detrás de todo esto.

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