Hermanos y hermanas en Cristo, No nos veamos solo como observadores del mundo, sino como activos participantes en la misión de Dios. Somos llamados a ser la luz y la sal de la tierra, influencias transformadoras que no solo preservan, sino que también promueven el crecimiento y la sanidad en un mundo roto.
Como dijo nuestro Señor Jesucristo en Mateo 5:13-14, “Vosotros sois la sal de la tierra. .
. Vosotros sois la luz del mundo.
Una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. ” Este llamado no es solo una metáfora, es una comisión divina para cada uno de nosotros.
En un tiempo donde las agendas globales, como la Agenda 2030, proponen cambiar el mundo, nosotros como iglesia tenemos el deber de discernir, de filtrar y de guiar. No es momento de retraernos, sino de involucrarnos más profundamente, equipados con la sabiduría de la Palabra y la dirección del Espíritu Santo.
Somos llamados a tomar estas agendas y enderezarlas hacia el bien de nuestras comunidades, en el nombre de Jesús. Tomar Acción en la Luz de CristoEvaluar con Discernimiento: Antes de actuar, debemos entender.
Investiguemos los aspectos de esta agenda y oremos fervientemente por discernimiento. Como dice Proverbios 15:14, “El corazón entendido busca la sabiduría.
” No nos dejemos llevar por lo primero que escuchamos o vemos, sino busquemos profundamente la verdad en la oración y el estudio de la Palabra. Educar a Otros: Con el conocimiento viene la responsabilidad de educar.
En nuestras familias, iglesias y comunidades, compartamos lo que hemos aprendido. Efesios 4:15 nos exhorta a hablar la verdad en amor, creciendo en todo en aquel que es la cabeza, Cristo.
Influir en la Sociedad: Somos llamados a ser agentes de cambio. Participemos en plataformas donde se tomen decisiones, llevando las perspectivas y principios del Reino de Dios a la mesa de diálogo.
Que nuestra voz, fundamentada en la justicia y el amor de Cristo, guíe las políticas y prácticas que afectarán a millones. Apoyar Iniciativas Justas: Identifiquemos y apoyemos las iniciativas que alinean con nuestros valores cristianos.
Ya sea contribuyendo con tiempo, recursos o habilidades, seamos parte activa de la solución, mostrando el amor de Cristo a través de acciones concretas. Orar Sin Cesar: La oración no es nuestra última línea de defensa; es nuestra fuente constante de poder y dirección.
Oremos sin cesar por nuestros líderes, nuestras comunidades y nuestros enemigos, tal como nos enseñó Cristo. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es un plan de acción adoptado por los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas en septiembre de 2015.
Se trata de un compromiso global para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tiene metas específicas que deben alcanzarse antes del año 2030.
La agenda es ambiciosa y transversal, abarcando desde la eliminación del hambre hasta la lucha contra el cambio climático, pasando por la educación de calidad, la igualdad de género, el agua limpia y el saneamiento, y el crecimiento económico sostenible. En otras palabras, cada país tiene que adoptar obligatoriamente los 17 objetivos y las 169 metas para poder recibir apoyo, para poder recibir ayuda, para poder recibir consideración, para poder tener relaciones comerciales, bueno, para poder funcionar como una nación dentro de lo que es el nuevo orden mundial.
Que dice la palabra sobre estos propuestos?. .