Hechicerías, a modo de gran conjuro, reúne una serie de poemas eróticos y de temática sadomasoquista, en donde la sumisión masculina toma un rol protagónico. Dice Cristina Piña:"A lo largo de este libro breve y contundente, Lidia Rocha hace dialogar a la voz poética con el hombre amado —que se mantiene silencioso a lo largo del libro—, sin que decaiga en ningún momento la contundencia de la voz y su bien logrado crescendo.
Con un lenguaje a la vez austero y lleno de acertadas metáforas, el libro desarrolla en cuatro partes —Encantamiento, Posesión, Retorno y Sentencia—la relación cada vez más intensa y definitiva entre la voz poética y ese otro a quien nunca se le da la palabra, pero cuya presencia se va haciendo cada vez más definitiva a medida que el diálogo implícito se va elaborando. En resumen, un libro logrado con un lenguaje muy bien trabajado y cuya lectura nos seduce".
Dice Ariel Muñoz:"Leo sumido, mordiéndome los labios, apretando fuerte la lengua al paladar, presiono un tobillo contra el otro, los codos sobre el contraste frío y el metal brillante de la mesa del bar, mientras espero en el minimalista salón comedor de la estación de servicio donde termina la ruta 29, puertas y ventanas abiertas para volver a mi vida ordinaria. Pero ahora este torrente de ansia de versos que siento se me dibuja como lamidas en el rostro.
Con un recorrido rápido me aseguro que nadie en el lugar me descubra esclavo de esta lectura poderosa libidinal, entregado, a estas “Vocales cocinadas en un horno malévolo. / Desangradas ahí con la sola intención de encantamiento.
” Bebiendo el último sorbo de café, vuelvo a subir al verso anterior para seguir bajando en un torrente. Cada frase del libro es un anzuelo y yo me lo trago.
Levanto la mirada, inquieto por las luces de los vehículos que destellan y rebotan en el vidriado del salón, “¿No es raro que todo emane una luminosidad cálida, /como si hubieras nacido para ser feliz?” sigue. Leo pienso siento en color púrpura rojo profundo negro brillante, texturas salvajes, al deslizarme por la simiente de conjuros.
Aprieto el colmillo, miro por debajo de la mesa como si fueran a acecharme la entrepierna, “así como resbales no volverás a erguirte”, sigue. Apoyo aún más el torso hundiéndome abismándome en estas hechicerías.
“No es amor. / Solo ganas de hundirse”, sigue, sigue.
“Esto durará poco/ y aun así…” sigue sigo. Acabo la lectura apretando fuerte con la punta de la lengua la punta filosa de mi colmillo derecho".
BiografíaLidia Rocha nació en Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires. Es profesora de literatura, diplomada en Ciencias del Lenguaje.
Publicó poesía Aves migratorias en 2006, Roma en 2010, Así la vida de nuestra primavera, en 2016, y Soltar la publicó en casa, en 2020. En ensayo El lenguaje del amor en la poesía de San Juan de la Cruz.
Participó en los talleres literarios de Susana Szwarc, Enrique Blanchard y Félix de la Paollera. Fue agente de extensión cultural en el Archivo General de la Nación.
Formó parte del plan de lectura “Leer es crecer” de la Subsecretaría de Cultura de la Nación. Realizó el ciclo Poesía en el Living de Recoleta.
Colaboró con Inés Manzano en la realización del ciclo de poesía Interiores, Poetas del país e Interiores. Poetas de Latinoamérica.
Actualmente se dedica a la escritura y a la docencia. Realiza con Gerardo Curiá, el encuentro literario Literatura Viva y el programa de radio Moebius.
Coordina talleres literarios. .