En la danza suave del tiempo, donde las sombras se alargan y las luces se tornan doradas, llega la vida media del ser humano, ese momento peculiar y profundo, marcado por las flores del otoño. Este libro de poesía se adentra en ese período de transición, un otoño personal que florece con el esplendor del crepúsculo, donde cada poema es una hoja que cae y se posa suavemente sobre la tierra de la experiencia.

Cada verso busca resonar con aquellos que han caminado un largo trecho, que han visto cómo sus ilusiones, como hojas, han cambiado de color, han caído y se han transformado en el suelo fértil de la madurez. Este libro es un refugio y un espejo, un lugar donde las emociones se encuentran y se reconocen, acompañadas por el susurro del viento entre los árboles desnudos, recordándonos que aún en el otoño de la vida, estamos llenos de historias por contar.

Traviesaspermutan las rimas. Danzan los fonemas sílfidespor las escuelas de mi ático.

Amorosos correnpara que el desnudo haikuvista de policrómica lírica. Así, los poemas que siguen son invitaciones a pausar, a respirar el aire fresco y especiado del otoño, y a permitir que la sabiduría de esta estación intermedia nos envuelva con su manto de serenidad y profunda belleza.

En cada página, un reconocimiento de que, aunque las jornadas se acorten y el frío se intensifique, el corazón humano tiene la inquebrantable capacidad de seguir floreciendo. Sin darme cuentaprotagonizas la mitad de mi obra.

¿De ello tratas?De envolverlo todode tu esencia distante,hechicera. Mi mente viajerarema a contracorriente.

Surfealas olas asístoles,que llanas murmuran. Hablan de ti.

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