Afirma la filósofa Juliana González, que “el humanismo lleva implícita una ontología del hombre”, e impulsa una tarea o quehacer, en una dimensión propiamente ética: “procurar la humanidad del hombre humano”. La suscripción a esta tarea, consideramos nosotros, no es de la competencia exclusiva de la reflexión filosófica, aunque ella la orienta de manera importante, y se deben esperar contribuciones desde distintos ámbitos del saber, particularmente de aquellos bajo connotados compromisos prácticos, uno de ellos es el campo médico.

La presente obra pretende hacer una contribución a este encargo de nuestra contemporaneidad, inspeccionando el orden que guardan diversas cuestiones de pertinencia ética-bioética en el campo médico, como resultan ser: las dimensiones éticas de la relación médico paciente: entre el amor y la justicia; la posibilidad de un nuevo humanismo médico desde una matriz común: bioética global y neohumanismo universal; la ética docente y la formación humanística en el campo médico; la queja médica y el concepto de salud; la formación ética en el pregrado médico y perfil profesiográfico por competencias con pertinencia bioética. .