PrólogoEn el pequeño pueblo costero de San Martín, donde el sonido de las olas acaricia la orilla y el aroma a sal impregna el aire, se entrelazan historias de amor, amistad y redención. Entre sus senderos rodeados de montañas y arroyos, y sus playas que se extienden como un manto dorado bajo el sol, Valeria y Leo encontraron el comienzo de un amor que desafiaría el tiempo y las circunstancias.

Valeria, una joven de espíritu libre y corazón generoso, creció en este rincón del mundo, junto a su inseparable amiga Elena. Juntas, compartieron risas, sueños y aventuras, forjando un lazo inquebrantable.

Leo, con su carisma y pasión por la vida, se convirtió en una pieza fundamental en este trío de amigos, hasta que un trágico accidente separó sus caminos, dejando cicatrices profundas y preguntas sin respuesta. Años después, Valeria había construido una vida en la ciudad, junto a Juan Diego, un hombre bueno y estable, mientras Leo, marcado por la culpa y el dolor, había seguido su propio rumbo.

Sin embargo, el destino, caprichoso e implacable, decidió reunirlos nuevamente, trayendo consigo viejos sentimientos y nuevas complicaciones. Esta es una historia sobre segundas oportunidades y la capacidad del amor para sanar y transformar.

Es un viaje a través de los recuerdos y las decisiones que nos definen, de los sacrificios y las esperanzas que nos impulsan. En las páginas que siguen, se desvela la travesía de Valeria y Leo mientras intentan encontrar su lugar en un mundo lleno de incertidumbres, pero también de promesas y sueños compartidos.

En el corazón de San Martín, donde el pasado y el presente convergen, Valeria y Leo aprenderán que, aunque el camino del amor esté lleno de obstáculos, la verdadera fuerza radica en la voluntad de luchar por lo que realmente importa. Y en ese proceso, descubrirán que algunas veces, los amores destinados a ser encuentran su camino de regreso, a pesar del tiempo y la distancia.

Bienvenidos a la historia de Valeria y Leo, una historia de amor que renace con cada ola que rompe en la orilla y con cada estrella que ilumina el cielo nocturno de San Martín. .