Dos caminos que existen en este mundo y que están a la orden y disposición de los seres humanos de acuerdo con el principio de libre albedrío, uno es amplio y bellamente decorado y el otro agreste, estrecho y de difícil circulación. El camino que nos compromete y al que se hará referencia en este relato es de "cardos y espinas" una alusión de la dificultad que ofrece a quienes por el transitan.

El sendero no es fácil de transitar, y aun siendo una fórmula para encontrar la forma de alcanzar la vida plena, las tentaciones de la facilidad y el conformismo pueden más, por ello este camino es solitario. Realmente, el sendero es un sitio de constante purificación del ser, el ser no se limpia con agua simplemente requiere de un fuego especial que solo se da a través del sufrimiento, el sacrificio y el servicio.

El transitar por el sendero involucra mantenerse conscientes de que existen profundas diferencias que estando a la vista provocan humillaciones por parte del sistema que ve de mala forma a todo quien es diferente. Mientas que el sistema ofrece sueños de grandeza que muy difícilmente son como deben ser y en su lugar grandes pesadillas propias del engaño que lo constituye.

El transitar por el sendero es una forma de vida y como tal posee toda una forma de comportamiento que por cierto no tiene nada en común con el sistema. El sendero está sembrado de cardos, estos son situaciones difíciles que se van presentando a cada paso y producen dolor, frustración, angustia, desesperación, a lo mejor y esta condición es lo que hace al sendero bastante difícil de recorrer y no ser agradable hacerlo.

Todo aquel que por cualquier razón es sujeto de desprecio y discriminación y fruto de lo cual posee grabes problemas, es un usuario del sendero, puede serlo incluso en total desconocimiento de su estado. El hombre en general no tiene libertad de acción en este mundo, es una simple ficha en un tablero de juego, nace con un destino prefijado el cual no puede alterar, cada movimiento está decidido de antemano por una programación establecida para este efecto, no hay manera de cambiar esta realidad aun cuando existan opiniones al contrario.

Mas sin embargo al final de este sendero se aprecia la luz, la salida de este túnel de oscuridad, esto es lo que lo hace diferente al sistema, en el cual no existe siquiera salida. Así es como es la realidad de un mundo de patas arriba, un mundo al revés.

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