La historia temprana de nuestro planeta abarca extensiones de tiempo tan vastas, que prácticamente pierde sentido hablar en términos de años, siglos e incluso milenios. En su lugar, los paleontólogos y científicos que estudian la geocronología dividen el tiempo en “periodos” y “eras”.

La opinión actual de la ciencia es que el planeta Tierra tiene unos 4. 600 millones años de antigüedad.

Los primeros cuatro mil millones de años de su desarrollo se conocen como el periodo Precámbrico. Durante los primeros mil millones de años aproximadamente, no hubo vida en la Tierra.

Luego aparecieron las primeras formas de vida unicelulares, las primeras bacterias y algas. No sabemos de dónde vinieron, o incluso si se originaron en este planeta.

Este desarrollo gradual continuó hasta hace unos cuatro mil millones de años, cuando de repente (¡en términos geológicos, claro!) comenzaron a surgir formas de vida más complejas. Los científicos llaman “era paleozoica” (o simplemente “el Paleozoico”) a este tiempo de explosión de nuevas formas de vida, que se extendió desde hace unos 541 hasta hace 250 millones de años (Ma).

Primero en los océanos y luego en la tierra, comenzaron a aparecer nuevas criaturas y plantas de una variedad desconcertante. Para en final de este periodo, la vida en la Tierra había estallado en una miríada de formas complejas que llenaban prácticamente cada hábitat y nicho disponible en los mares y en el único continente del planeta en ese entonces, Pangea.

Pero entonces ocurrió un misterioso acontecimiento, llamado “la Gran Mortandad” por los primeros paleontólogos, que acabó con el 95% de toda la vida en la Tierra. Nadie sabe a ciencia cierta qué lo causó, pero el efecto de este cataclismo fue como si alguien hubiese oprimido un gran botón cósmico de “reinicio”.

Pasarían 30 millones de años antes de que comenzara de nuevo el desarrollo de la vida en la Tierra. El siguiente periodo en la historia de la Tierra se conoce como el Mesozoico, o la era mesozoica, que duró desde hace unos 266 hasta hace 66 millones de años.

Esta era se divide a su vez en tres periodos: el Triásico, el Jurásico y el Cretácico. Durante el Mesozoico, un tipo de vida llegó a dominar el planeta de forma más completa y por un periodo más largo de lo que se había visto antes o se vería después; esta fue la “era de los reptiles”.

Comenzando en el Triásico, pero especialmente en el periodo Jurásico, los reptiles dominaron los océanos, la tierra e incluso los cielos. Fue durante el Jurásico que los reptiles afianzaron su dominio y surgieron algunas de las especies prehistóricas mejor conocidas hoy en día.

Nunca ha habido nada como este periodo en términos del éxito de un tipo de criatura en particular. Durante casi doscientos millones de años, los reptiles fueron la única forma de vida significativa en la Tierra.

Tan exitosos y diversos fueron, que evolucionaron para aprovechar todos los hábitats disponibles, y ningún otro tipo de criatura de gran tamaño tuvo oportunidad de desarrollarse. Para poner en perspectiva esos doscientos millones de años de dominio de los reptiles, la extensión completa de la historia humana registrada, el tiempo transcurrido desde que las personas pasaron de ser tribus de cazadores-recolectores primitivos y nómadas a formar sociedades reconocibles, abarca menos de seis mil años.

En contexto, si toda la historia del planeta se desplegara a lo largo de un campo de fútbol americano, el periodo de dominio de los reptiles comenzaría a partir de la línea de 5 yardas y continuaría a lo largo de 12 pies (3,6 m). Por su parte, toda la historia humana ocuparía una delgadísima franja al final del campo, menos ancha que un cabello humano.

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