Este libro aborda los importantes temas de la depresión, los trastornos sociales y el suicidio que afligen a niños y adolescentes en todo el mundo. El autor se centra en la relación entre la presión social y el desarrollo de trastornos emocionales y mentales en los alumnos.

La presión para adaptarse y permanecer al día con las clases puede generar sentimientos de insuficiencia y melancolía, especialmente entre los estudiantes con necesidades educativas únicas. El autor apoya la adaptación del proceso de aprendizaje a las necesidades específicas de cada estudiante, como ofrecer ayuda adicional y desarrollar formas creativas de enseñar a personas con necesidades especiales.

Además, el autor enfatiza la necesidad de evaluar políticas y programas educativos dirigidos a prevenir y tratar la depresión y otros trastornos de salud mental en niños y adolescentes. Podemos ayudar a minimizar la tasa de dificultades emocionales y mentales tomando medidas en varios frentes, como examinar el vínculo entre la presión de los compañeros y los problemas de salud mental, modificar el proceso de aprendizaje y analizar las regulaciones educativas.

Este libro proporciona ideas vitales sobre cómo podemos construir un entorno más seguro y saludable para el crecimiento y desarrollo de los jóvenes. .