Colonización de Marte: Un libro atrapante, de capítulo en capítulo. De fácil lectura, por el uso de un lenguaje ágil y una excelente narración.
La temática lleva al lector a involucrarse con el contenido. La construcción de la obra permite incursionar en léxicos de aeronáutica y modos de vida de diferentes países, por sus personajes tan diversos como atractivos.
La trama hace que se especulen heterogéneos desenlaces, pero debido a su dominio del relato y la avidez que genera a lo largo del desarrollo, el escritor nos sorprende con un final por completo inesperado. Colonización de Marte desnuda el sueño de la humanidad de volver a surcar el intimidante espacio exterior.
La deslumbrante fascinación por explorar y el poco indulgente desafío de conquistar el cosmos, que se presenta tan infinito como misterioso. Permite que llegue a hacerse realidad una hazaña que ha estado en el imaginario colectivo desde siempre y ha ocupado los proyectos más ambiciosos de las principales organizaciones y potencias del mundo.
Solo que en esta oportunidad lo hace con el rótulo de: Próximo destino: PLANETA ROJO. El autor nos brinda, en las primeras instancias, una oportuna introducción a la vida de los personajes.
En lo sucesivo, logra una exquisita comunión entre los preparativos técnicos a tal fin, y la formación individual de los tripulantes, llevada a cabo para emprender una aventura inédita hasta el momento en la historia de la humanidad. El lector seguirá a cada personaje tanto en momentos de instrucción técnica y preparación física, como así también en el aspecto mental de los mismos.
La presente obra permite interiorizarse en momentos claves de la vida privada de cada protagonista, la cual revelará la motivación que cada uno cotejó para aventurarse en este viaje sin precedentes, pero que también implica un recorrido sin retorno. De esta forma, no resulta difícil identificarse con algunos de los personajes, ya que los mismos son poseedores de personalidades que, independientemente de la diferencia de culturas, siempre confluyen en los mismos intereses que comparte el común de la gente: amor, miedo, culpa, incertidumbre, anhelos, esperanza.
Sentimientos que nos unen como especie y que, a fin de cuentas, son la palanca y el motor que mueve al mundo. Esa curiosidad que lleva al hombre al extremo de sus posibilidades y, en ocasiones, la inconciencia que lo empuja al punto de no retorno, cual si cayera vertiginosamente por un acantilado.
En el transcurso de esta obra, acompañaremos a la tripulación paso a paso en su camino hacia el transbordador como trampolín al gran salto de la humanidad. Estaremos allí, expectantes junto a cada conciudadano que sigue el rimbombante espectáculo desde la comodidad de su hogar, en cada rincón del mundo, a través de los medios de comunicación.
Es probable que nos lleve a especular en cuanto a la posibilidad o no de alcanzar tan alto propósito. Seguramente, cada uno adoptará a su personaje favorito y también aquel a quien nos gustaría bajar de un brazo de la nave.
De este modo, pasaremos a convertirnos en espectadores privilegiados del gran hermano interplanetario en que acabará transformándose toda la misión. Ajústese el cinturón y emprenda este viaje sin precedentes, que sin duda le dará mucho en qué pensar.
Y, sobre todo, sugiero que preste atención de comienzo a fin, porque el destino último de este increíble periplo distará mucho de lo que está preparado para encontrar. .