A medida que los sindicatos y movimientos obreros empezaron a formarse y unirse en el siglo 19th , las tensiones entre trabajadores y empresas dieron lugar a manifestaciones, encuentros e incluso conflictos que desembocaron en violencia. Las luchas en lugares como Virginia Occidental, Colorado e Illinois desembocaron en sucesos que se han recordado como el asunto Haymarket, la masacre de Ludlow y las guerras del carbón, entre otros.
Mientras tanto, surgieron sindicatos para defender los intereses de los trabajadores tanto a nivel local como nacional, lo que dio lugar a luchas políticas en las que los oponentes intentaban empañar a los activistas sindicales y a los líderes obreros. thPor estas razones, los principales movimientos sociales de Estados Unidos durante el siglo XX también tuvieron a menudo aspectos raciales y de género, y los líderes de una campaña sirvieron a menudo de inspiración y modelo para el activismo en otras.
El activista más famoso fue Martin Luther King, Jr. , que siguió los principios de Gandhi y dirigió protestas no violentas, y a su vez, el Movimiento Chicano de finales del siglo 20th fusionó el régimen público de Gandhi y King.
Aunque en un principio no se consideraba una cuestión racial, los mexicano-estadounidenses se movilizaron en favor de los derechos de los trabajadores, en particular de los trabajadores agrícolas, pero a medida que se ampliaba la campaña para mejorar los salarios y las condiciones de trabajo, los mexicano-estadounidenses, que antes se consideraban un componente periférico de la población blanca, se aliaron más estrechamente con las causas de los derechos civiles defendidas por los líderes afroamericanos, algo más parecido a las condiciones experimentadas por los nativos americanos. A finales del siglo 19th y principios del 20th se emprendieron muchos esfuerzos de este tipo en favor de los trabajadores agrícolas mexicanos por parte de figuras y organizaciones bien formadas y organizadas.
Sin embargo, todos fracasaron frente a las empresas agrícolas que mantenían los salarios absurdamente bajos y sofocaban todos los intentos de organización. No fue hasta finales de la década de 1940 cuando surgió un improbable defensor de entre la masa de trabajadores migrantes de Arizona y California para desafiar el statu quo.
Sin educación formal y con escasos recursos económicos, César Chávez consiguió lo que otros activistas no pudieron: negociar contratos entre los trabajadores sindicados y las empresas agroalimentarias a base de huelgas de trabajo y prohibiciones de venta al por menor de determinados productos. Donde otros habían fracasado, Chávez encontró una audiencia nacional para sus protestas, inclinando la balanza a favor de los trabajadores agrícolas del suroeste.
El legendario líder obrero mexicano-americano estableció la idea de "La Causa", la frase que emblematizó la lucha de los trabajadores agrícolas en Estados Unidos, y mantuvo una presión no violenta pero insistente por la igualdad. En la década de 1960, Chávez fundó la National Farm Worker's Association (Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas), que más tarde pasaría a llamarse United Farm Workers of America (Unión de Trabajadores Agrícolas de Estados Unidos).
A través de esta naciente organización, Chávez consiguió importantes victorias en términos de aumento salarial y mejora de las condiciones laborales y sanitarias de los agricultores del suroeste hasta finales de la década de 1970. En el proceso, se ganó la admiración de otros líderes sindicales y activistas de los derechos civiles, y hoy sigue siendo uno de los más famosos defensores de los derechos de los trabajadores.
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